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Llevar todo tu negocio en la cabeza es lo que probablemente te roba más dinero y sueño.

Si consiguieras convertir eso en acciones y sistemas, tu estudio iría poco a poco creciendo y tú ganarías en tranquilidad mental.

Hemos heredado la idea del arquitecto genio y artista.

Cuando no había 57 normativas que cumplir en cada proyecto y 50.000 arquitectos colegiados en España, eso no era preocupante.

Me refiero, que aún así el negocio salía adelante y el arquitecto podía dedicar tiempo suficiente a proyectar. Y vivir.

Los tiempos han cambiado.

Sin embargo, los negocios de arquitectura siguen más anclados a ese pasado que al presente.

Déjame que te cuente algo.

Durante más de 10 años trabajé como arquitecta en diferentes estudios de arquitectura. También desarrollé mis propios proyectos.

La sensación siempre era la de vivir en demasiado caos interno.

Presión por las fechas de entrega y las prisas del cliente. Clientes cada vez más informados pidiendo continuos cambios en el proyecto.

Eso me iba quemando. Y no entendía qué era lo que podía estar fallando.

Empecé a formarme en temas de marketing. Ahí fue cuando me di cuenta que eso del marketing era una gran carencia en el sector de la arquitectura.

Pocos empresarios en ese sector hacían algo de marketing.

Y menos aún llegaban a hacer marketing de verdad. Quiero decir, a hacer algo más que regalar el dinero a un community manager que le llama estrategia a decir que los lunes publica una story y el jueves un reel.

De publicidad, maketing y ventas, íbamos mal.

Pero veía que esa no era la única pieza que faltaba.

Había algo más.

No es solo marketing y saber vender (aunque también importa).

Es construir un negocio.

Tener bases sólidas de empresa y construir sistemas.

Un negocio lo forman un conjunto de hábitos. Se trata de acertar y asentar los buenos hábitos. Entonces crecer, ser rentable y disfrutar de tu profesión a la vez que tienes vida es más probable conseguirlo.

Dormir tranquilo por las noches, también.

Sientes que todo avanza bajo tu control y sabes hacia dónde.

Puedes pensar que esto es fácil decirlo pero no tanto hacerlo.

Es verdad.

Si fuera tan fácil, habría menos arquitectos funcionarios (o pensando en serlo) y más arquitectos deseando que sus hijos también sean arquitectos.

Pero tampoco es imposible.

Te podría detallar el caso de una interiorista que trabajaba de sol a sol. Parecía que o contrataba y delegaba o lo mismo su pareja le pedía la separación.

Después de un análisis de su negocio y comenzar la implementación, quedó aparcado lo de contratar. Y su jornada de trabajo empezó a terminarse antes de las 7.

Fue el primer paso para empezar a funcionar con sistemas en su negocio.

Míralo desde este otro lado.

Jay Abraham es uno de los consultores de estrategia mejor pagados del mundo. 40 años de profesión a sus espaldas.

A él le oí decir esto:

el 97% de los resultados de tu negocio dependen de ti.

Ya, que igual te parece mucho.

La cuestión es que sea el 97% o el 85%, lo único en lo que tú puedes influir es en lo que depende de ti. La parte que tú controlas.

Cuanto más aciertes con eso, a mejor puerto llegarás. Sean cuales sean tus circunstancias o tus contactos.

El resto que no puedes controlar seguirá haciendo de las suyas sea el 3% o el 15%.

Una decisión que alguien toma hoy, puede condicionar donde esté en 5 años. Igual que decisiones que hemos tomado en el pasado nos tienen hoy donde estamos.

Es para tomar sus propias decisiones que los arquitectos me dicen que montaron su estudio.

Para construir los proyectos que de verdad les apasionan y hacerlo a su manera.

Para de algún modo estar construyendo su propio mundo.

Para tomar las riendas de su vida y ser ellos los que llevan el mando.

Porque para ser esclavo de un día a día que no te apasiona, te quita el sueño y que te hace dudar de si llegarás a fin de mes, mejor ser asalariado. Con vacaciones y paga por desempleo.

Igual tú ya tienes claro que estás en el mejor punto y camino en el que puede estar tu negocio. O simplemente no estás con ganas para ponerte a dedicar tiempo a construirlo.

Bien. En ese caso te diría que no hace falta que sigas leyendo porque es probable que entonces no pueda ayudarte.

Te cuento en qué tipo de cosas te podría ayudar:

  • Marcar el rumbo de tu negocio para que dentro de unos años no te veas esclavo de un negocio que no es lo que querías y del que no puedes escapar tan fácilmente.
  • Implementar sistemas de organización interna para que las ideas que flotan en la cabeza se lleven a la práctica. Que no sean listas abandonadas en un cajón o en un excel y pasen los meses sintiendo que no hay tiempo para implementar eso nunca.
  • Conseguir mantener tu negocio enfocado. Como una lupa captando los rayos del sol. Para que tu tiempo y energías concentrados impliquen percibir señales de progresión y no vivir en el estancamiento perpetuo.
  • Marcar las pautas que te lleven a ir construyendo el equipo que tu negocio necesita. Incluso eliminar la grasa acumulada al cabo de años de contratar por urgencias. Eso hace que ahora tu equipo te pueda estar costando más de la cuenta.
  • Sentar las bases de comunicación de tu negocio para que no seas uno más y pases desapercibido ante los clientes que buscas. Más bien para que sean ellos los que acaben contactándote porque tiene claro que te buscan a ti.
  • Aprovechar internet (pero de verdad) para multiplicar tus oportunidades de conseguir clientes sin que estés perdiendo el tiempo y la energía en redes sociales dando palos de ciego.
  • Controlar y manejar financieramente tu negocio para eliminar el agujero que se chupa los beneficios y que otra vez a fin de año no venga el gestor a decirte que no has jugado bien la partida.
  • Darle la vuelta a la manera de entender tu servicio y productos para que multipliques las opciones de conversión y escalabilidad. El mundo digital ofrece muchas oportunidades que casi seguro todavía no estás aplicando.
  • Manejar una reunión de ventas sin haber dedicado horas a preparar portfolios y sin que el cliente esté pensando en pedir descuentos. Sin perder tu valioso tiempo en procesos de venta que no llevan a ningún sitio.
  • Tener tiempo para pasar con tu familia y no sentirlo como un hueco a encajar en tu agenda sino algo que disfrutas y a lo que cada vez puedes dedicar más energía.
  • Tener el control de todo lo que está pasando en tu negocio usando herramientas y sistemas que te hagan vivir con la cabeza más liberada para que vuelvas a sentirte creativo y motivado con tu profesión.

Igual piensas que algo de esto le podría venir bien a tu negocio. Entonces rellena el formulario y veo si podríamos trabajar juntos.

Jèss Dellà (Studio Invitado), tras realizar trabajo de consultoría en su estudio de interiorismo.

«Incluso la manera de valorarte y de tratar al cliente tratándote bien a ti sobre todo, porque hasta ahora el cliente era lo más importante, sí que es importante pero creo que lo más importante es uno mismo y la empresa que estás creando.»

¿Y todo esto cómo se hace y cuánto cuesta?

Pues a ver, no es cuestión de un día ni una semana. Pero tampoco te voy a pedir un compromiso de un año.

1.Diagnóstico de tu negocio.

Este es el primer compromiso.

Volaré por tu negocio a vista de pájaro para analizar todas sus áreas: publicidad, marketing, ventas, producto, finanzas y organización.

Detectaré todos tus puntos débiles y te los mostraré ordenados en un informe de diagnóstico.

Entenderás dónde estás con tu negocio y todo lo que podrías implementar para mejorar.

Pero no quiero reventarte la cabeza sin más. También te indicaré las 3 primeras acciones más prioritarias que podrás implementar en un trimestre. Una solución a medida para ti después de haber entendido tu negocio y circunstancias.

Esto supone unas 4 o 5 semanas de trabajo. Parte lo hacemos juntos, parte lo hago yo sola.

2. Plan trimestral para poner en marcha esas acciones.

Si decides seguir con mi acompañamiento para poner en marcha esas acciones que te he indicado, el siguiente compromiso es trimestral.

Durante 12 semanas nos veremos en una sesión semanal para que te lleve de la mano en la implementación. Mi compromiso es que después de esos 90 días, esas acciones queden funcionando y tu negocio esté un peldaño más arriba.

En ese momento ya deberías estar percibiendo cambios como poco en la manera de entender y operar tu negocio.

3. Recapitulamos y vemos dónde estás ahora.

Al final de esas 12 semanas, actualizo tu diagnóstico. Vemos dónde estamos y te propongo otras 3 acciones para implementar en un siguiente trimestre.

Luego tú decides si quieres que te siga acompañando un trimestre más o ya no lo ves necesario.

Tú frenas el proceso cuando quieres, para eso es tu negocio y tú tomas decisiones. Por eso no te digo desde el principio que trabajemos 12 meses, aunque un negocio siempre se pueda seguir mejorando.

Los 90 días son por algo.

Son un plazo suficiente para que dé tiempo a hacer cambios. Pero también no tan largo como para que pierdas de vista el final y nos relajemos demasiado (como pasa con los grandes propósitos a un año vista). Es el sistema más rápido que conozco de crecimiento de negocios.

En 12 semanas he visto a estudios acortar su proceso de venta a un par de horas, subir honorarios un 30%, entender sus finanzas y rentabilidad y empezar a funcionar con pautas de organización que les dan más control y liberación mental.

Aunque cada estudio es un caso particular y puede necesitar soluciones diferentes. También avanzará a su propio ritmo.

Vale, lo de cuánto cuesta.

Ya he comentado que es un trabajo a medida. No es lo mismo la complejidad de unos negocios que de otros.

Ni trabajar con un socio o con tres.

Eso hace que el precio varíe para cada caso.

Pero vamos, para que te hagas una idea, el diagnóstico empieza en los 1100 € + impuestos.

Pago por adelantado.

No se trata de una consultoría grupal. Ni una formación con vídeos y sesiones grupales de preguntas.

Es mi tiempo y mis neuronas con todos sus años de experiencia en el sector de la arquitectura dedicados a tu negocio.

Y el no parar de formarme con los referentes que más valoro, también te lo transfiero a ti. Filtrando y descartando lo que no te va a ayudar en el momento en que se encuentra tu negocio.

Trabajo con muy pocos clientes a la vez para dar un buen servicio de acompañamiento. De otra manera podría parecer que haces algo por tu negocio y sin embargo estar quedándote a medias.

Eso pasa cuando no sabes por donde empezar a implementar lo que te han contado y te bloqueas. Por eso te llevo de la mano paso a paso para evitar cualquier posible freno y que 12 semanas después tu negocio sea, como poco, diferente.

Lo que espero oír después de nuestro trabajo es:

invertir en ti es lo mejor que he hecho en mis años de profesión, qué pena no haber encontrado esto antes”.

Si estás pensando en que trabajemos juntos, el siguiente paso es que rellenes el formulario. Con eso veré si te podría ayudar.

Si veo que no, te lo digo. No estamos para perder el tiempo ni tú ni yo.

Ángel Lozano y Jordi Sánchez (Summa Interiores) tras realizar un informe de diagnóstico y un trimestre de implementación.

«Las emergencias se han reducido mucho, como eres más productivo, más eficaz, tienes todo más ordenado, no pasan tanto estas cosas»

Preguntas que igual se te están pasando por la cabeza

¿Nos reunimos presencialmente para realizar el trabajo?

No, este es un servicio que se desarrolla en reuniones online a través de Zoom. No es necesaria la reunión presencial para desarrollar adecuadamente el trabajo. Así que ambas partes nos ahorramos tiempo y costes.

Con lo que además me da igual en qué lugar del globo terráqueo vivas, siempre que tengas conexión a internet y encontremos una franja horaria compatible.

¿Esta consultoría sirve para cualquier tamaño de estudio?

Sí. Se trata de una solución a medida que busca entender tu situación particular e implementar las soluciones que sean más prioritarias para ti y antes te hagan ver resultados.

Esté formado tu negocio por una persona o por 20, es un negocio y necesita funcionar con sistemas. Cuanto antes los integras, más aceleras tu crecimiento.

¿Es solo para arquitectos?

Es para cualquier negocio del sector de la arquitectura: arquitectos, arquitectos técnicos, interioristas…

Pero aún estando dentro de alguno de esos perfiles, esta consultoría no es para ti si:

  • Tienes miedo a hacer las cosas diferentes a lo que ya conoces y como se ha hecho siempre en el sector.
  • Crees que por dedicar tiempo a las sesiones y entender las cosas ya está todo hecho y no vas a hacer el esfuerzo de perseverar con lo creado cuando yo salga de tu negocio. Se mejora y se integran las cosas con la repetición.
  • No vas a ser capaz de sacar 2 o 3 horas de dedicación semanal para que trabajemos sobre tu negocio.

¿Cuánto se tarda en ver resultados?

Verás, cada negocio es un mundo y tiene su situación particular. Igual que cada persona es un mundo y tiene sus propias barreras o miedos. Esto hace que uno pueda llegar antes a los resultados que busca de lo que lo hace otro. Lo que si que veo es que después del primer trimestre, la mentalidad y la manera de mirar el negocio de sus propietarios suele cambiar. Y te digo que un cambio de mentalidad es oro puro. Te lo llevas para toda la vida. Para seguir operando desde ahí con tu negocio.

¿El trabajo empieza en el momento en que se contrata?

No tiene por qué. En ocasiones tengo más clientes de los que puedo atender entonces entrarías en lista de espera. Eso te garantiza tu lugar en la cola a cambio de tener tu compromiso para realizar el trabajo cuando llegue el momento.

¿No es un poco caro?

En los negocios hay que invertir tiempo, dinero o ambos. Depende de en qué decidas o puedas invertir más, puedes ir más rápido y disfrutar antes de tu estilo de vida deseado. Igualmente, si te parece caro, pues lo mismo lo es. En cualquier caso, es decisión tuya el camino que elijas.

Diría que existen opciones más baratas para este servicio.

Sinceramente, lo desconozco, pero es algo probable.

¿Cuál es la forma de pago?

Cada fase de trabajo se paga por adelantado por transferencia bancaria previa emisión de factura. Una vez está realizado el pago, podemos empezar el trabajo.

También firmaremos, antes de empezar a trabajar, un acuerdo de confidencialidad para asegurarte que los datos que tratemos de tu negocio quedaran entre nosotros.

Yo ya conozco el estado de mi negocio, ¿puedo empezar directamente por un plan trimestral sin hacer el diagnóstico?

No. El diagnóstico que tú tienes es probablemente el que te hace actuar como lo estás haciendo y te tiene en el punto que estás. Entiendo que si te metes en esto es porque no acabas de estar satisfecho con ese punto, ¿no?

Tú estás viendo tu negocio desde tu mapa mental y las herramientas que tú conoces. Precisamente lo que yo hago es valorarlo desde mi conocimiento y con otras herramientas, eso permite ver otras posibilidades y salidas que ahora no estás viendo. Así que no tiene ningún sentido saltarse el diagnóstico.

El planteamiento correcto del problema es la mitad de la solución.

Rellenas el formulario, conozco algo más de tu negocio y te digo si podríamos trabajar juntos. Siempre contesto.

Guillem Mateos (Arquitectura GMM) realizó un informe de diagnóstico de su estudio de arquitectura.

«Sirve para verte desde fuera, salir un poco de tu posición [..] Ver donde estás, cómo haces las cosas y quizá muchas cosas ponerlas en cuestión cuando nunca a lo mejor las habías cuestionado. Poner en cuestión cómo haces las cosas tú y cómo son las sinergias con tu equipo.»